De manera prácticamente inesperada, un comando de cinco componentes de LHDOC partía hacia tierras vallisoletanas en busca de su primer contacto nacional con personas del hooby. La expedición, que para nada tuvo desperdicio, supuso hasta ahora el desplazamiento más largo y hacia el torneo más multitudinario jamás visto antes.
Los representantes valencianos (Alberto, Pepe, Fleki, Toni y Albino) partieron con una hora de retraso según lo previsto debido a la tardanza de los residentes en el barrio de Ayora. Fleki había burlado con éxito los controles de su madre y de sus jefes de trabajo para poder dejarse el viernes libre y así emprender el viaje con su vehículo. El viaje entero estuvo marcado en su mayoría por la falta de dinero de Albino y por la imagen (no sólo física, pues se presentó con pelusa, despeinado y sin arreglar) que daba el tener que andar invitándole siempre. Tras un acuerdo con Pepe se pudo subsanar en mayor o menor medida la situación, no obstante, irse a un viaje tan largo y de dos días sin dinero es, cuanto menos, un suicidio.
Tras un trayecto en el que Fleki, además de servirse en un autogrill una magdalena que ingirió utilizando cuchillo y tenedor (como un señor), se equivocara en la única parte del camino en donde había que desviarse (conllevando atravesar la M30 de Madrid un viernes a las dos de la tarde), provocando la desesperación de sus acompañantes, el comando llegó con más pena que gloria a Valladolid. Encontraron el centro cívico tras varios rodeos, se presentaron a los que allí ya estaban y acudieron al albergue en donde irían a pasar las dos noches.
La primera noche transcurrió serena y con conversaciones entre los participantes del torneo para ir conociéndose, amén de contarse algunas anécdotas en un par de cervecerías. Paso, el organizador, nos acompañaba en todo momento y nos explicaba cuán suerte tiene el AUC al constituirse como asociación y entregar anualmente una cantidad de dinero que les viene muy bien para la organización de torneos y preparación de muchas actividades.
Al día siguiente, empezaba la sangría. Cuatro escenarios diferentes, dos de ellos a 300 puntos y los otros dos a 600, teniendo que alternar los bandos de luz y oscuridad. La participación del comando valenciano no fue tan brillante como se esperaba, si bien es debido que en los casos de Alberto y Pepe se debió a que en una de sus partidas tuvieran sobredosis de mala suerte.
A ambos les había tocado en una de sus partidas a dos grandes rivales (en el caso de Alberto fue Lughduk, que acabó siendo mejor general y a tan sólo un punto del campeón absoluto) y por desgracia, en los escenarios más propicios para ellos y con los mejores bandos. Pepe fue hecho papilla en su partida, mientras que Alberto pudo arañar 5 puntos en un inteligente y último movimiento, y por tanto obtener una Derrota Marginal.
En el transcurso de las partidas, cabe destacar el enfrentamiento entre Albino y Alberto, que luego se repetiría en Avalon Catarroja 2010. Esta partida además tuvo un épico final, en donde la Reina de las Arañas y un grupo de orcos de Alberto combatían durante cinco turnos con Elladan, que hasta entonces había ganado cinco de cinco desempates. Elrohir intentaba ocupar la zona de despliegue de Alberto (para intentar lograr un empate), pero sin terminar de entrar pues ahí esperaban los murciélagos y un troll de las cavernas. En el último turno Albino consiguió entrar quedando fuera del alcance del troll y los murciélagos, mientras que Alberto al fin se deshacía de Elladan en el otro borde del tablero.
Albino creyó acabada la partida al obtener un 3 en un dado, y se fue exitoso a comentar lo sucedido y lo justo a tiempo que había sido el empate. No obstante Alberto miró las reglas y vio que el resultado para que acabara la partida era de 1 ó 2, no de 3, por lo que ésta duraría por lo menos un turno más. Suficiente para que Elrohir abandonara la zona de despliegue rival debido a su regla especial Lazo de Sangre, que le obligaba a ir lo antes posible a por el asesino de su hermano. Pese a que Albino intentó evitarlo diciendo que el gemelo no tenía porqué retirarse en línea recta y proponer hacerlo en zigzag, tanto el sentido común como los árbitros declararon la victoria decisiva de Alberto con un, cuanto menos, épico final.
El campeonato estuvo interrumpido por una comida entre el chino y casa de Guindyya. En el grupo que fuimos al chino se incluían dos miembros de la Sociedad Tolkien de España, quienes acudieron al torneo a fotografiar las miniaturas y a repartir propaganda de sus actividades, que no tenían desperdicio. Posiblemente dos de las personas más sabias del mundo de Tolkien de nuestro país nos deleitaban con sus conocimientos acerca de ESDLA y el Hobbit.
Albino se quedaba con tan sólo 20 céntimos para sobrevivir un día y medio a las 15,00 de la tarde de un sábado. Esto conllevaba a que en los desayunos en el albergue acometiera sin piedad contra toda cosa devorable, aprovechando para llenar el buche porque quizás se tratara de su última comida del día, y dejando a gente que todavía no había desayunado sin víveres para poder hacerlo.
Acabó el torneo, sin ningún miembro de LHDOC premiado. Pepe y Alberto fueron los mejores clasificados, quedando 5º y 6º respectivamente, mientras que Fleki, Albino y Toni quedaban en 12ª, 14ª y 18ª posición. En la clasificación de Mejor General, los resultados fueron mejores, demostrando que los puntos de pintura y personalizado perjudicó levemente en la clasificación general a los miembros de LHDOC: Alberto y Pepe quedaron en tercera y cuarta posición, Fleki y Albino ascendían hasta la 10ª y 12ª, mientras que Toni descendía hasta la 19ª.
Sin embargo, el factor más positivo y determinante de este campeonato fue la experiencia. No sólo los compañeros de viaje lo pasaron tremendamente bien (con una fiesta y borrachera impresionante en la segunda noche) sino que además expandieron fronteras en lo que al juego se refiere. Valencia empezó a existir para los populares jugadores de LGDA, y la tendrían en cuenta para incluso hacer viajes y disputar torneos en nuestra ciudad. No hace falta añadir que la conexión y amistad con los nuevos compañeros fue automática y para la posteridad.
